Consol Serra: «el contexto actual en el país es de una infradeclaración y notificación de enfermedades profesionales preocupante»

7 de Junio de 2023
Consol Serra: «el contexto actual en el país es de una infradeclaración y notificación de enfermedades profesionales preocupante»

 

       El Colegio ha acogido la XIV Jornada de actualización de Enfermería del Trabajo del CEB.

 

 

El Colegio de Enfermería de Bizkaia (CEB) acogió ayer la celebración de su XIV Jornada de actualización de Enfermería del Trabajo. La cita, que tuvo una duración de dos horas y media y cuya grabación se puede ver en el canal de YouTube del Colegio, tuvo como ponentes a los siguientes expertos: Consol Serra Pujadas, médica del Trabajo del Hospital del Mar y del Centro de Investigación en Salud Laboral IMIM/Universidad Pompeu Fabra; Isabel Fernández Díez, enfermera interna residente de Enfermería del Trabajo del Hospital del Mar de Barcelona. Alessandro Stievano, enfermero, coordinador de investigación y profesor en la Universidad Internacional de Ciencias de la Salud Saint Camillus, en Roma; Rubén Armesto Caride, enfermero del Trabajo en el Hospital Universitario Cruces; y Antonio Javier Cortés Aguilera, enfermero del Trabajo de la Unidad de Salud Laboral del Servicio de Prevención del Cabildo de Tenerife.

 

La cita científica fue moderada por Javier González Caballero, enfermero del Trabajo en el Instituto Nacional de la Seguridad Social y promotor de la Jornada quien, asimismo, sustituyó en la primera ponencia a Ana Guerra Cuesta, enfermera del Trabajo del servicio central de Prevención de Riesgos Laborales del Gobierno de Cantabria, que no pudo asistir a la cita. María José García Etxaniz, presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia, fue la encargada de inaugurar la jornada y dar la bienvenida a los ponentes y asistentes.

 

La jornada se abrió con la ponencia ‘El primer manual de enfermería del trabajo en español. Los 13 imprescindibles en la consulta de un especialista’, que inicialmente correspondía a Ana Guerra pero que, como se ha apuntado, fue expuesta por Javier González Caballero. En relación a la aportación de esta nueva obra, el también vocal de la Junta de Gobierno del CEB destacó que «aporta evidencia científica agrupada por temas, permite ampliar la información con bibliografía, comprende la enfermería de práctica avanzada, cuenta con una uniformidad en los cuidados, es una fuente de referencia en la formación de residentes y brinda una uniformidad en los temarios de procesos selectivos. Asimismo, sirve de base para la formación continuada de los profesionales».

 

El ponente, que ha sido asesor científico, así como revisor y coordinador (junto a Adrián Fernández, Inmaculada Galián, Francisca Gasco y Ana Guerra) de la obra, explicó el proceso de elaboración del manual, los recursos que se emplearon, los autores que participaron y las entidades que colaboraron.

 

Destacó que el manual ha sido declarado de interés científico y profesional por parte del Consejo General de Enfermería y que, igualmente, ha agotado su primera edición y ya se encuentra a la venta la segunda, con nuevos autores y nuevos capítulos. Manifestó que se está trabajando para elaborar una edición digital del manual y su difusión a otros países de habla hispana.

 

Por último, declaró la intención de crear grupos de trabajo en la Asociación de Enfermería del Trabajo sobre los capítulos más relevantes, elaborar ‘píldoras formativas’ de actualización con contenidos del manual y, en definitiva, «seguir creciendo como sociedad científica».

 

Enfermedades profesionales

Consol Serra Pujadas, médica del Trabajo del Servicio de Salud Laboral del Hospital del Mar, e Isabel Fernández Díez, enfermera interna residente de Enfermería del Trabajo de este mismo centro hospitalario, continuaron la jornada con la ponencia ‘Aflorar las enfermedades profesionales en el hospital y la enfermería del trabajo’. Su participación se realizó de manera telemática.

 

Según manifestó Serra Pujadas, la Unidad de Patología Laboral (UPL) del Hospital del Mar de Barcelona es «una herramienta en la ayuda para la detección de enfermedades profesionales» (EP) que se encuadra dentro del Servicio de Salud Laboral de dicho complejo hospitalario y el Centro de Investigación en Salud Laboral de la Universidad Pompeu Fabra/IMIM, «con la finalidad de contribuir a aflorar las enfermedades profesionales en España. El contexto actual en el país es de una infradeclaración y notificación de enfermedades profesionales preocupante que tiene importantes implicaciones para los trabajadores afectados, la prevención y el sistema nacional de salud».

 

En este proyecto, la actividad de la enfermería del Trabajo «es clave, conectando los ejes propios de la enfermería general con los conocimientos específicos derivados de la formación en Salud laboral. Una vez son evaluados los pacientes que son remitidos por los servicios clínicos del hospital, y se confirma la sospecha en EP, la enfermería del Trabajo activa un algoritmo de actuación que incluye el seguimiento personalizado y sistematizado para ayudar al paciente en el complejo y largo proceso de reconocimiento de EP por parte de la Seguridad Social».

 

La experta ejemplificó lo anterior con un caso práctico. Algunos resultados del análisis «muestran el largo tiempo entre la sospecha de EP y —cuando ocurre en una parte de los pacientes, el reconocimiento de EP— el elevado coste que estos casos suponen para el hospital si no se reconocen. La experta concluyó aludiendo a dos guías para profesionales y pacientes disponibles en la dirección electrónica https://www.upf.edu/web/cisal/proyecto-ceps.

 

Dignidad y respeto en la enfermería del trabajo

La siguiente ponencia de la jornada, titulada ‘Dignidad y respeto en la enfermería del trabajo’, también se realizó de manera telemática. Así, Alessandro Stievano expresó que «la dignidad es un valor que poseen todos y cada uno de los seres humanos, y constituye una base sólida para la filosofía moral y los derechos humanos. Implica la naturaleza interna de los seres humanos y la singularidad de las personas que se consideran personas en sí mismas. Los valores extraen su argumento supremo del concepto de dignidad: a saber, la dignidad está profundamente arraigada en cada persona y es el núcleo de las personas como sustancia ontológica de los sujetos. Se basa en dos conceptos entrelazados: la dignidad arraigada e incrustada en cada persona y la dignidad social».

 

El experto continuó desgranando su exposición aludiendo a que, desde la primera perspectiva, «la dignidad humana no es subsidiaria de ningún otro valor y se considera un valor supremo final y el fundamento de los derechos humanos. Desde la segunda perspectiva, la dignidad social está vinculada a los entornos sociales en los que ejercen las y los enfermeros. La dignidad social puede ser cambiante y puede perderse debido a diferentes factores sociales y comportamientos morales. Desde este punto de vista, la dignidad se define como la capacidad de comportarse correcta y respetuosamente en relación con los demás y de tomar decisiones autónomas. La dignidad social se considera un valor que debe ser reconocido por los demás, inscrito en un tiempo y un lugar, y que puede identificarse y expresarse a varios niveles; se confiere o se gana mediante acciones recíprocas en contextos de enfermería y se basa firmemente en relaciones en las que cada parte realza a la otra»

 

En el caso de la enfermería, lo anterior está relacionado con las enfermeras de salud laboral y, en este sentido, «adquiere la máxima importancia. De hecho, las enfermeras y enfermeros de salud laboral deben ser respetados en su dignidad interior y social y en sus derechos como trabajadores para garantizar mejor una atención de calidad a la ciudadanía».

 

Enfermería del Trabajo y salud mental

Rubén Armesto Caride, enfermero del Trabajo, podólogo y máster en enfermedad inflamatoria intestinal, cogió la palabra a continuación, para tratar ‘El trabajo, entorno clave para la salud mental’. Empezó su alocución recordando que las enfermedades mentales son uno de los problemas de salud pública más importantes en el mundo con 970 millones de personas que las sufren, el 80,6% en edad laboral, y un impacto de pérdidas en la economía mundial de 1 billón de dólares anuales. Si seguimos así, se estima que en 2030 serán la primera causa de discapacidad a largo plazo. «Estas enfermedades tienen un impacto importante no solo en salud pública, sino en la productividad, en el éxito en la adaptación de los puestos, en el absentismo o en el presentismo dentro de la salud laboral».

 

El enfermero del Trabajo del Hospital Universitario Cruces puso de manifiesto que solo el 10 por ciento de las empresas cuentan con programas específicos sobre salud mental. Destacó que la OMS insiste en que el entorno laboral es un entorno único por su acceso, no solo para la realización de intervenciones preventivas sino también de apoyo a los tratamientos integrales. «Las intervenciones deben ir dirigidas a todos los trabajadores, sanos, con riesgo de desarrollo de enfermedad o incluso con los que ya tienen una enfermedad o síntomas de ella. Intervenciones psicosociales para la gestión del estrés, el afrontamiento, atención plena, capacitación para la resolución de problemas, mindfulness, habilidades comunicativas, etcétera, son algunas de las intervenciones que podemos realizar en nuestro lugar de trabajo. Pero no nos podemos olvidar del fomento de una vida saludable (ejercicio, alimentación saludable, descanso...) que también ayudan, según se ha comprobado en un reciente metanálisis».

 

Enfermería del Trabajo y desigualdades en la salud

Con el título ‘La enfermería del trabajo y las desigualdades en la salud’, Antonio Javier Cortés Aguilera, enfermero del Trabajo de la Unidad de Salud Laboral del Servicio de Prevención del Cabildo de Tenerife, puso fin al turno de ponencias. En su charla, telemática, explicó brevemente qué son las desigualdades en la salud, cómo se distribuyen y a quiénes afectan. También analizó si el marco formativo y competencial de enfermería del trabajo en España las contempla y expuso algunas de las acciones que se están llevando a cabo para reducir las inequidades desde el mundo del trabajo.

 

«Los cambios experimentados en las últimas dos décadas en el mercado laboral se proyectan en nuevas formas de trabajar y, por tanto, en nuevas formas de enfermar de las personas como consecuencia de su trabajo. La necesaria adaptación de esta disciplina enfermera a una nueva realidad social requiere de la reflexión y el debate interno de sus profesionales en relación a su marco formativo y competencial. Cualquier cambio de este marco debe estar cimentado sobre la mejor evidencia científica disponible y la investigación tiene que ser el medio que lo apuntale», destacó el enfermero.

 

Las condiciones de trabajo y de empleo, las conductas o hábitos de vida saludables «son determinantes sociales de la salud que la enfermería del trabajo aborda con eficiencia y efectividad mediante actividades de protección, promoción, prevención y restauración de la salud de la población laboral». La consecuencia de una desigual distribución de los determinantes sociales de la salud «es la aparición de las desigualdades sociales en la salud. Estas hacen referencia a las diferencias injustas, sistemáticas y evitables».

 

Tras la intervención de los ponentes, se dio paso al turno de preguntas entre los asistentes.