CINCO MATRONAS DE BIZKAIA CUENTAN SU EXPERIENCIA DURANTE EL EMBARAZO PARTO Y PUERPERIO, SIENDO ATENDIDAS POR SUS COMPAÑERAS

4 de Mayo de 2023
CINCO MATRONAS DE BIZKAIA CUENTAN SU EXPERIENCIA DURANTE EL EMBARAZO PARTO Y PUERPERIO, SIENDO ATENDIDAS POR SUS COMPAÑERAS

 

·      El Colegio de Enfermería de Bizkaia divulga cinco entrevistas con cinco matronas (y madres) con motivo de su día internacional.

·      «Esta experiencia me cambiará como matrona para siempre. Ahora entiendo y soy consciente de muchos detalles a los que antes no he dado todo el valor o la importancia que merecían».

·      La necesidad de aumentar las plazas de matronas es una petición unánime de las profesionales.

 

 

 

Bilbao, 4 de mayo de 2023.- El Colegio de Enfermería de Bizkaia, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Matrona, que cada año se conmemora el 5 de mayo, ha difundido cinco entrevistas con cinco matronas que han sido o van a ser madres, con el objetivo de mostrar una doble perspectiva, como profesionales y como usuarias de la asistencia sanitaria que prestan. Las matronas ponen de manifiesto en sus respuestas cómo les influye la experiencia de la maternidad de cara a su ejercicio profesional. Las matronas entrevistadas son Olatz González Martínez, Iris Izurza Elizondo, Cristina Jorge González, Enguia (Afaf) Malainin Talebuya y Mireia Rodríguez Esteban. Por su interés, se reproducen a continuación las entrevistas en su integridad.

  

Olatz González Martínez

 

¿Cómo has visto la figura de tu profesión (matrona) desde el otro lado?

He comprobado, de primera mano, que nuestra labor con las mujeres es imprescindible. No existe otra profesión que competencialmente esté a la altura de lo que significa acompañar a una mujer en esta etapa tan importante de su ciclo vital. Tengo la grandísima suerte de estar rodeada de compañeras matronas que en todo momento han velado por mi bienestar y el de mi familia.

 

¿En qué crees que ha influido tu profesión en tu vivencia del proceso de embarazo, parto y puerperio?

Sin duda, ha influido muchísimo. En el embarazo creo que el hecho de haber vivido, en ocasiones, situaciones patológicas me hizo ser muy cauta en todo momento; aunque disfruté muchísimo del segundo y tercer trimestre, nunca me he encontrado mejor. Veo fotos y me parece increíble la transformación y adaptación de mi cuerpo para crear una vida, es impresionante.

 

Durante el parto simplemente intenté dejarme llevar, tengo un recuerdo precioso, lo reviviría una y otra vez.

 

Y del posparto… no tienes ni idea hasta que no lo vives en primera persona. Da igual lo que leas o lo que te cuenten, la vida cambia radicalmente de un día para otro. Ahora mismo estoy respondiendo estas preguntas a las tres y media de la madrugada dando pecho a mi hija, algo que hubiera hecho tan tranquilamente sentada una buena mañana en el ordenador. La maternidad es lo más bonito, intenso y agotador que me ha pasado en la vida.

 

Cuéntanos (si hubiera) algún gesto, actuación o palabra de alguna compañera que te haya marcado positivamente.

Tuve, de manera especial, a dos grandes amigas y matronas siempre acompañándome: Itsaso y Naiara. Nunca podré agradecerles lo suficiente todo lo que han hecho por mí y por mi familia. Tengo infinidad de recuerdos con ellas pero recuerdo especialmente dos. La mañana del día que parí, cuando les dije que andaba con contracciones y al rato, dejaron todo para venir a estar conmigo. Con lo nerviosa que soy yo… sentí una tranquilidad que no puedo describir, desde el momento en que las vi entrar en casa, simplemente mi cabeza dejó de fluir.

 

Ese mismo día, justo antes de nacer Ane, recuerdo que miré sus caras y la de mi pareja, todos emocionados por lo que estaba a punto de ocurrir. Fue el último recuerdo que tengo antes de “ser madre”; sabía con solo mirarlas que todo iba a salir bien y que en cuestión de minutos recibiríamos a nuestra hija. Me emociono mucho al recordarlo; fue increíble tener a dos amigas y grandísimas profesionales en el momento más importante de nuestras vidas. Y es muy bonito saber que Ane siempre tendrá contacto con las dos matronas que le ayudaron a nacer.

 

¿Crees que vivir esta experiencia desde el otro lado ha cambiado o cambiará tu actuación o vivencia como matrona?

Indudablemente. A pesar de que he intentado esforzarme al máximo con cada mujer que he acompañado en mi andadura profesional, esta experiencia me cambiará como matrona para siempre. Ahora entiendo y soy consciente de muchos detalles a los que antes no he dado todo el valor o la importancia que merecían. Ser madre sin duda me ha hecho aprender y entender un montón de cosas que seguro influirán en mi futuro profesional.

 

¿Algo que quieras transmitir a las matronas del País Vasco?

¡Uf, qué difícil! A todas mis compañeras… simplemente os doy las gracias. A todas aquellas que se implicaron en mi formación, a mis compis de residencia “mis odiosas de la obstetricia”, a todas aquellas con las que he ido coincidiendo durante estos años de trabajo… he ido empapándome de lo mejor de cada una de vosotras, sois todas únicas.

 

Os doy las gracias por seguir al pie del cañón, a pesar de todo. Como bien sabéis, nuestra profesión peligra. Arrastramos un déficit enorme de matronas que se agrava estos años porque muchas colegas alcanzan ya su merecido descanso por jubilación. Nadie está haciendo nada por asegurarnos un relevo generacional. La situación para nosotras y las mujeres es grave y preocupante. En ocasiones, estamos sacando trabajo adelante desatendiendo los aspectos “menos cuantitativos” del sistema. Todo esto supone un deterioro enorme en la atención a la salud y merma los derechos asistenciales de las mujeres.

 

Ojalá nos unamos y alcemos la voz para que se pueda dilucidar, cuanto antes y de la manera que merecemos, nuestro futuro profesional. Como mujer, madre y matrona espero que la situación cambie; y que allá donde haya un proceso obstétrico-ginecológico, toda mujer tenga la mano de una matrona.

 

Por último, gracias a todas aquellas compañeras y amigas que me acompañáis, día a día, en este viaje loco que es la maternidad.

 

 

Iris Izurza Elizondo

 

¿Cómo has visto la figura de tu profesión (matrona) desde el otro lado?

Siempre he pensado que, como matrona, creas un vínculo especial con cada una de las mujeres y familias a las que atiendes pero, hasta que no he sido madre, no he sido consciente de hasta qué punto ese vínculo, esa relación de confianza, es importante para ellas. La matrona ha sido para mí el centro neurálgico de todos los cuidados; aquella con quien he podido compartir mis dudas y sentimientos, mi mayor apoyo durante el proceso y, aún hoy en día, lo sigue siendo, acompañándome en mi maternidad gracias al grupo de apoyo a la lactancia.

 

¿Crees que ha influido tu profesión en tu vivencia del proceso de embarazo, parto y puerperio? Si es así, ¿en qué aspecto?

Desde luego pienso que mi profesión ha influido en mi vivencia, en gran medida de una forma positiva, ya que me ha aportado confianza al tener conocimiento sobre los procesos (embarazo, parto y posparto), pero es muy diferente el conocimiento teórico a la experiencia; en ese sentido, he aprendido mucho. Nada tiene que ver el hablar del dolor de las contracciones a sentirlas; o lo que el sueño y las hormonas pueden pesar y desesperar durante el puerperio y la lactancia, a sufrirlos. Son vivencias que hay que pasar para comprenderlas del todo.

 

La verdad es que tenía miedo a que el exceso de información (sobre todo acerca de las cosas que pueden ir mal), pudiera jugarme una mala pasada. Pero no ha sido así. Supongo que esto es más una cuestión de actitud o positividad que de conocimientos.

 

Cuéntanos (si hubiera) algún gesto, actuación o palabra de alguna compañera que te haya marcado positivamente o que, por el contrario, no te gustó.

Lo que más he agradecido, tanto por parte de mi matrona de atención primaria como de mi matrona durante el parto, es que me han dejado “a mi libre albedrío” con respecto a la toma de decisiones. Pero a su vez, han sabido hacerlo desde la perspectiva de que yo no estaba en el papel de “Iris la matrona”, sino en el de la madre. Es decir, en todo momento me han explicado mis opciones (aunque se entendiese que las conocía) y apoyado emocionalmente, siendo conscientes de que en ese momento no eres “tú”, sino el “tú” hormonado, cansado o asustado y, además, lo han sabido hacer muy bien. Como profesional, siempre tienes cierto temor o pánico escénico al atender a un compañero, aunque le vayas a atender, de bien, como a los demás. Si lo tuvieron, desde luego lo supieron disimular muy bien.

 

¿Crees que vivir esta experiencia desde el otro lado ha cambiado o cambiará tu actuación o vivencia como matrona? Si es así y quieres, cuéntanos en qué.

Sin duda, antes creía que era empática con las mujeres, pero ahora me estoy dando cuenta de que tal vez he podido ser dura o intransigente en alguna ocasión. Como he dicho antes, no se puede saber totalmente cómo te puedes sentir de vulnerable en este contexto hasta que estás ahí. Las voy a mimar aún más.

 

¿Algo que quieras transmitir a las matronas del País Vasco?

Tenemos como profesión mucho camino reivindicativo caminado, pero aún mucho por caminar. Ya sabemos que, en general, la profesión enfermera siempre hemos sido un colectivo menos valorado tanto por parte de otros profesionales como por parte de los usuarios, institucionalmente y a veces incluso por nosotras mismas. En el caso de las matronas siempre estamos un poco más, si cabe, “en tierra de nadie”. Somos especialistas y, por lo tanto, capaces de ser totalmente autónomas en nuestra profesión; pero nuestra realidad hoy en día no es esa. Muchas veces no nos vemos incluidas en las tomas de decisiones o en la creación o modificación de protocolos. En la mayor parte de las comunidades autónomas no somos las responsables del seguimiento del embarazo o parto de bajo riesgo, sino que compartimos dicha tarea con el colectivo médico. También es verdad que, para poder dar una atención de calidad debe aumentar el número de matronas de las que disponemos. Una eterna petición es la de aumentar el número de plazas EIR.

 

 

Cristina Jorge González

 

Cómo has visto la figura de tu profesión (matrona) desde el otro lado?

La he visto como una pieza clave para ayudar a que el parto siga su curso fisiológico y conseguir el mejor resultado, gracias a su empatía, paciencia, energía y profesionalidad entre otras cualidades.

 

Viví la importancia que tiene el lenguaje no verbal y los pequeños detalles. Tuve la suerte de estar acompañada por dos de mis compañeras, a las que quiero mucho. Hicieron magia. A pesar de lo intenso que fue el nacimiento de Luna, guardo un recuerdo muy especial de ese día gracias a ellas, las matronas.

 

¿Crees que ha influido tu profesión en tu vivencia del proceso de embarazo, parto y puerperio? Si es así, ¿en qué aspecto?

Mi experiencia me ha dado muchas herramientas que nos han ayudado a vivir el embarazo desde la tranquilidad y la confianza; y sobre todo, han evitado muchas visitas a la urgencia o a la matrona.

 

Durante el parto, pensé que mi experiencia jugaría en contra queriendo controlar el proceso o generándome miedos, pero aquel día les dije a mis compañeras que confiaba plenamente en ellas y me dejé en sus manos. En algún momento recuerdo que me pidieron opinión profesional, pero les dije que yo ese día no era matrona sino una gestante que iba a parir.

 

En el puerperio, sin embargo, pinché; sobre todo psicológicamente. Nadie ni nada te prepara para esa etapa tan intensa. 

 

Cuéntanos (si hubiera) algún gesto, actuación o palabra de alguna compañera que te haya marcado positivamente o que, por el contrario, no te gustó.

En el hospital todo lo que recibí de mis compañeras esos días fue muy especial y superó con creces las expectativas. Cada una puso su granito de arena para que la experiencia fuera inolvidable a pesar de los contratiempos que iban surgiendo. Aún me emociono al recordar aquellos momentos.

 

¿Crees que vivir esta experiencia desde el otro lado ha cambiado o cambiará tu actuación o vivencia como matrona? Si es así y quieres, cuéntanos en qué.

Siempre he intentado trabajar desde la empatía y el respeto, mostrándome lo más cercana posible e intentando transmitir tranquilidad para que las mujeres se sientan como en casa. Vivirlo personalmente me reafirma en ello. Realizamos una labor muy importante y dejamos huella en esas familias, mi deseo es que esa huella sea lo más bonita posible.

 

¿Algo que quieras transmitir a las matronas del País Vasco?

Una de las cosas que más marca en esos momentos es el trabajo que tenemos la suerte de brindar las matronas, independientemente del resultado, si finalmente no ha sido como nos habíamos imaginado.

 

Por ello les doy ánimo para poder acompañar a las familias haciéndolas sentir seguras y comprendidas, pues a veces no es una tarea fácil.

 

Un apoyo a través de grupos de postparto y crianza sería muy positivo. Creo que en algunos ambulatorios sí que se ofrece, pero no en todos.

 

Para finalizar, aprovecho para agradecer y aplaudir a todas las compañeras el trabajo y esfuerzo que hacen. Todas remamos en la misma dirección.

 

 

Enguia (Afaf) Malainin Talebuya

 

¿Cómo has visto la figura de tu profesión (matrona) desde el otro lado? 

La he visto muy necesaria y valorada por parte de las usuarias. En mi caso, he tenido la suerte de contar con mis amigas de profesión para cuidarme y atenderme cuando me ha hecho falta. Pero sí que es verdad que, hablando con mujeres embrazadas que no tienen nada que ver con esta profesión, el sentimiento general es que ven a las matronas desbordadas. Agradecen su esfuerzo por tratar de cuidarlas durante su proceso de embarazo, a costa de salir tarde de las consultas, entre otros sacrificios, pero entienden que no es humano ni sostenible trabajar así. Esperan que la Administración amplíe las plazas para matronas. Y por supuesto, yo estoy de acuerdo con ellas, aunque no soy tan optimista. Me ha sorprendido y alegrado a la vez que las mujeres se hayan dado cuenta de lo mal que estamos en este sector y del esfuerzo que están haciendo mis compañeras para poder darles unos cuidados de calidad.

 

¿Crees que ha influido tu profesión en tu vivencia del proceso de embarazo, parto y puerperio? Si es así, ¿en qué aspecto?

En mi caso, sigo embarazada. Por lo tanto, de momento sólo puedo hablar de mi proceso de embarazo como matrona. Y sí, a mi parecer, ha influido muchísimo. Por una parte, ha influido positivamente porque les he dado la importancia que merecían a muchos síntomas normales durante el embarazo; otras mujeres que los desconocen quizás se habrían agobiado o preocupado más.

 

Por otra parte, y aquí está el lado negativo, llevo todo el embarazo pensando en lo que podría pasar (tanto bueno como malo) en el embarazo y en la sala de partos. Y cuando le toca a una ser la paciente y ha visto tantos casos de partos complicados o niños ingresados en una unidad de cuidados intensivos neonatales, hay una pequeña parte de la cabeza que no le deja a una olvidarlos. La verdad es que me han entrado miedos y dudas que nunca antes había tenido. Afortunadamente, esos pensamientos negativos los trato de apartar pensando en que la mayoría de nacimientos ocurren con normalidad.

 

Cuéntanos (si hubiera) algún gesto, actuación o palabra de alguna compañera que te haya marcado positivamente o que, por el contrario, no te gustó.

No tengo palabras negativas hacia actuaciones o gestos de mis compañeras. Al contrario, sólo puedo decir de ellas cosas buenas. Me estoy sintiendo muy arropada y cuidada por ellas. Ojalá todas las mujeres puedan contar con matronas tan excepcionales como las que tengo yo.

 

¿Crees que vivir esta experiencia desde el otro lado ha cambiado o cambiará tu actuación o vivencia como matrona? Si es así y quieres, cuéntanos en qué.

Por supuesto que sí. Creo que ahora empatizo muchísimo más con las mujeres y como futura madre, entiendo sus miedos. Ahora soy más madre que matrona. Me siento muy vulnerable como mujer embarazada y entiendo más que nunca la importancia de que haya suficiente número de matronas para poder cuidar de las mujeres.

 

¿Algo que quieras transmitir a las matronas del País Vasco?

Como ya he mencionado en líneas anteriores, creo más que nunca en la importancia de aumentar el número de matronas para que ninguna mujer se pueda sentir desatendida (por culpa de las listas de espera, agendas llenas…) en esta época de tanta vulnerabilidad como lo es el embarazo.

 

Creo que las mujeres embarazadas (al menos con las que yo he entablado conversación durante mi embarazo) que nada tienen que ver con nuestra profesión, nos valoran y apoyan nuestras reivindicaciones. Ahora falta que la Administración nos/las escuche. Por desgracia, un país que no cuida de sus matronas, poco le importan las mujeres y las niñas y niños.

 

Por otro lado, quería comentar (aunque no es mi caso, porque repito, no puedo estar más agradecida de lo cuidada que me siento) que no olvidemos que el mundo ha cambiado y que actualmente vivimos en una sociedad muy diversa; con personas diferentes y de distintas culturas y procedencias. Y todas ellas merecen un trato digno.

 

Mi reivindicación va por aumentar plazas de matrona, con puestos más estables para las eventuales (nosotras también tenemos derecho a la conciliación familiar). También me gustaría que se nos ayudara, como se ayuda a otras profesiones, en el ámbito de la investigación o en los cursos que realizamos y pagamos, por ejemplo, y que son importantes para nuestro trabajo diario.

 

Por último, quería recordar que la profesión de matrona es la más antigua del mundo; gracias a las parteras de todo el planeta millones de mujeres han dado a luz acompañadas a lo largo de toda la historia de la humanidad. Las matronas merecen ser cuidadas y valoradas por parte de la sociedad y las administraciones. Tenemos el apoyo de la primera, aprovechémoslo.

 

 

Mireia Rodríguez Esteban

 

¿Cómo has visto la figura de tu profesión (matrona) desde el otro lado?

Basándome en mi propia experiencia, durante el embarazo, parto y puerperio, la matrona se convierte en el profesional sanitario de referencia para la mujer, ofreciendo un cuidado que engloba todas las esferas de la salud. Me he dado cuenta de que esto nos permite a las mujeres utilizar los momentos de contacto con la matrona para abordar dudas, preocupaciones y sensaciones que pueden llegar a ser desbordantes durante el proceso y esto resulta de gran ayuda.

 

En este sentido, veo cómo nuestro papel puede influir en gran medida en el bienestar emocional y, dado que la percepción de las vivencias acontecidas durante el embarazo parto y postparto tiene un importante impacto en la salud mental de la mujer, creo que es de vital relevancia esta relación cercana y de confianza que se establece entre la matrona y la mujer.

 

¿Crees que ha influido tu profesión en tu vivencia del proceso de embarazo, parto y puerperio? Si es así, ¿en qué aspecto?

Creo que influye en ambos sentidos. Por un lado, el conocimiento de todo el proceso y de aquello que es normal y lo que podría no serlo, permite vivirlo de una forma más relajada. Sin embargo, creo que es bastante común que, a pesar de que las matronas tratamos de centrarnos e implementar la fisiología en el proceso de embarazo, parto y postparto, las situaciones que vivimos y conocemos como profesionales al enfrentarnos a diferentes patologías que surgen durante el proceso, suponen una pequeña niebla de preocupación que puede influir negativamente.

 

Cuéntanos (si hubiera) algún gesto, actuación o palabra de alguna compañera que te haya marcado positivamente o que, por el contrario, no te gustó.

En general agradezco la cercanía, la sensación de estar acompañada y sentir el apoyo de mis compañeras en este proceso.

 

¿Crees que vivir esta experiencia desde el otro lado ha cambiado o cambiará tu actuación o vivencia como matrona? Si es así y quieres, cuéntanos en qué.

Es obvio que, aunque siempre intentemos ponernos en los zapatos de los usuarios a los que prestamos servicios, calzarse esos zapatos por completo ayuda a ver algunos detalles que pueden pasársenos por alto.

 

Lo más relevante de algo que quizá no había tenido tanto en cuenta anteriormente es el trato de la información. Creo que en ocasiones, a la hora de ofrecer información sobre lo que observamos, en alguna ocasión lo hacemos de forma sesgada. Es decir, seguimos eligiendo qué le contamos a la mujer de su propio proceso.

 

¿Algo que quieras transmitir a las matronas del País Vasco?

Compañeras, me doy cuenta de que tenemos una profesión maravillosa, donde se nos otorga la oportunidad de ser un apoyo para la mujer a lo largo de todo su proceso reproductivo y sexual. Y así lo he sentido y lo siento durante este proceso. El impacto que nuestro —en este caso, vuestro— acompañamiento tiene en las mujeres es un gran regalo.

 

Creo que, a lo largo de los últimos años, el acercamiento en el trato con las mujeres y sus familias, y el enfoque cada vez más holístico de los cuidados que ofrecemos, nos convierten en un agente de vital importancia para mejorar la experiencia y el bienestar a lo largo de todo el proceso. Gracias por ese trato cercano, ese cariño y ese apoyo.